Desempleo inferior al 8% no se logrará con crecimiento económico estimado para el período 2024-2026
Carmen Cifuentes, Investigadora de Clapes UC.
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En 2023, la economía chilena experimentó un crecimiento débil, con un modesto aumento del PIB real del 0,2% anual, el peor desempeño desde 1990, excluyendo los periodos de crisis mundiales. El mercado laboral también se deterioró, con la tasa de desempleo alcanzando un 8,5%, su nivel más alto desde 2010 para un cuarto trimestre -exceptuando 2020 por la pandemia-, debido a la escasa generación de empleo, con un promedio trimestral de solo 20 mil puestos de trabajo.
En términos de creación de empleo, una parte considerable de los nuevos puestos provino del sector público, donde los trabajadores experimentaron un incremento interanual promedio del 6,4%, superando notablemente a otras categorías laborales. En contraste, los asalariados del sector privado mostraron una debilidad persistente, reflejada tanto en los datos de la Encuesta Nacional de Empleo como en indicadores administrativos. Hubo cerca de 460 mil despidos por necesidades de las empresas, un 12% más que en 2022, mientras que los cotizantes del seguro de cesantía disminuyeron en más de 90 mil personas. Estas cifras revelan que el empleo público actuó como un amortiguador del debilitamiento en el empleo privado, contribuyendo a contener mayores aumentos en la tasa de desempleo.
Para 2024, las perspectivas económicas son más alentadoras en comparación con 2023 en términos de crecimiento, lo que debería conducir a mejoras en las cifras de creación de empleo y una disminución del desempleo. Aunque se proyecta un crecimiento moderado, del 2% al 3%, según el Banco Central, se prevé que el consumo privado continúe siendo débil y que la inversión privada disminuya. En cuanto a la tasa de desempleo, ésta se ha mantenido elevada en los primeros meses de 2024, alrededor del 8,4%. Sin embargo, se espera que el crecimiento económico se refleje en un repunte gradual del mercado laboral, lo que podría resultar en una disminución progresiva del desempleo en los próximos meses, especialmente considerando la alta base de comparación.
Pero, ¿Cuánto debería disminuir la tasa de desempleo si la economía realmente crece entre un 2% y un 3%?, ó ¿Cuál es el nivel de crecimiento necesario para que la tasa de desempleo se mantenga invariable, o bien caiga? Estas preguntas pueden abordarse mediante un análisis de la relación entre desempleo y crecimiento en Chile.
Típicamente, se observa una correlación negativa entre ambas variables, fenómeno conocido como "Ley de Okun". Esta relación estadística, aunque simple, es de gran utilidad para examinar futuras fluctuaciones en el desempleo basándose en proyecciones de crecimiento.
"La tasa de crecimiento necesaria para mantener estable el desempleo, aproximadamente alrededor del 8,5%, se sitúa entre un 2,6% y un 2,7%".
El análisis de la relación entre el crecimiento económico y el desempleo en Chile durante el período 2010-2023 que presenta este documento confirma la validez de la "Ley de Okun", la cual establece una relación negativa entre ambas variables. En términos simples, se observa que un mayor crecimiento económico se asocia con una disminución en la tasa de desempleo y viceversa.
Los resultados obtenidos sugieren que la tasa de crecimiento necesaria para mantener estable el desempleo, aproximadamente alrededor del 8,5%, se sitúa entre un 2,6% y un 2,7%. En la práctica, esto implica que, en el escenario más favorable proyectado, donde el país registraría un crecimiento del 3% en 2024, la tasa de desempleo solo se reduciría en un margen de 0,1 a 0,2 puntos porcentuales. Es decir, se anticipan descensos en el desempleo en los próximos trimestres, pero de manera moderada.
Las estimaciones facilitan además el cálculo del crecimiento requerido para reducir el desempleo. Se observa que, para disminuir el desempleo en 0,5 puntos porcentuales, lo que equivaldría a una tasa de desocupación cercana al 8%, el país necesitaría crecer aproximadamente entre un 4,5% y un 5,0%, una meta que parece poco probable según las proyecciones de crecimiento tanto para 2024 como para los períodos futuros.
Estos resultados indican que dado que se proyecta un crecimiento económico por debajo del 3% tanto para 2024 como para los períodos subsiguientes (2025-2026), es difícil que la tasa de desempleo descienda por debajo del 8%. Ahora, es probable que las proyecciones de crecimiento para este año se traduzcan en una disminución en la tasa de desempleo. No obstante, estas reducciones no serán suficientes para recuperar los niveles de desempleo anteriores a la pandemia.
Sin embargo, es importante destacar que la "Ley de Okun" únicamente considera la relación entre el crecimiento económico y la desocupación, sin tener en cuenta otros factores que influyen en la dinámica del desempleo, como la productividad de los trabajadores, los costos laborales y las rigideces del mercado laboral, entre otros. En otras palabras, si bien el crecimiento económico es un factor crucial, no es el único determinante de la evolución del desempleo. Por lo tanto, dado el nivel de crecimiento proyectado para 2024 y periodos futuros, es fundamental que estos otros elementos también vayan en la dirección correcta, por ejemplo, mediante el aumento de la productividad laboral. En contraste, la implementación de medidas que incrementen los costos laborales y/o las rigideces del mercado laboral dificultan la tarea de reducir el desempleo.
En resumen, el crecimiento económico es fundamental para reducir el desempleo, pero también es importante mejorar otros aspectos adicionales que influyen en la dinámica de éste, tales como la productividad, las rigideces y los costos laborales.